Seis mil jóvenes de departamentos con prioridad en las acciones del Pacto Hambre Cero han capacitado a 250 mil familias en temas de seguridad alimentaria y prevención de la violencia, como parte del programa de Servicio Cívico que impulsa la vicepresidenta Roxana Baldetti.
Cada joven del servicio social visita entre 40 y 50 familias. La meta al finalizar el 2014 es la sensibilización de un millón de familias que reciben beneficio del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), con capacitaciones en 166 municipios -de un total de 338- con prioridad en el Pacto Hambre Cero.
Alejandra Carrillo, titular del Consejo Nacional de la Juventud (Conjuve) precisó que las capacitaciones forman parte de la segunda fase del Servicio Cívico, que consiste en la visita y capacitación a los beneficiarios de los programas sociales en seguridad alimentaria y prevención de violencia.
“Esta etapa consiste en la visita de familias que tienen beneficio social, principalmente bono y bolsa segura a nivel nacional, en temas como escuela para padres, prevención de embarazos y prevención de violencia por parte de los jóvenes”, indicó.
Los jóvenes del Servicio Social son agentes que brindan consejería a hogares en riesgo ante la inseguridad alimentaria y nutricional, por lo que se abordan temáticas como lactancia materna, higiene en los alimentos y alimentos complementarios, entre otros.
“Esta fase se caracterizará por el acercamiento que los voluntarios tendrán con los centros de salud, ya que podrán remitir a estos servicios a las personas que requieran atención médica e intervenciones nutricionales, especialmente a niños menores de cinco años y mujeres embarazadas”, detalló la funcionaria.
El programa del Servicio Cívico, que involucra a participantes de entre 18 y 24 años de edad, es impulsado por el gobierno del presidente Otto Pérez Molina, con el objetivo de fomentar la labor de los adolescentes y alejarlos de la violencia y de posibles ilícitos.
El reglamento de Servicio Cívico señala que debe cancelarse Q 8.75 por hora a cada voluntario, pero no como un salario sino como una remuneración.
Además, estipula 728 horas en el programa y los recursos deben ser desembolsados por los ministerios a los que ayudan en sus actividades.
La Ley del Servicio Cívico aprobada desde 2003 es una propuesta de las autoridades para que la juventud participe voluntariamente como actores principales en la transformación del país.
