Una entidad internacional especializada en la investigación de políticas alimentarias presentó su informe sobre el Índice Global del Hambre (IGH) 2014, en el que Guatemala figura con un avance en la clasificación mundial. El Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, destacó que Guatemala ascendió de 17 puntos a 15.6 en el más reciente informe (donde el menor índice implica mejora de la situación).
El IGH del 2014 examina los niveles de hambre en 120 países en función de tres indicadores: la proporción de personas que están subnutridas, la proporción de niños menores de cinco años con peso insuficiente y la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años.
Aunque se han hecho grandes progresos para alimentar el mundo, aún existen 805 millones de personas crónicamente desnutridas, según el reporte del IFPRI.
En cuanto a la evaluación realizada sobre las políticas en Guatemala, el estudio precisó que el 30,5 por ciento de la población guatemalteca está subnutrida.
Entre el 2003 y 2007, el 17 por ciento de los niños menores de cinco años presentaba bajo peso, sin embargo esa cifra se redujo al 13 por ciento entre el 2009 y 2013.
En este grupo hubo una disminución en la mortalidad de 4,1 en el 2005 a 3,2 por ciento con información recopilada al 2012.
Guatemala muestra una mejora en el IGH, pero aún cuenta con desnutrición crónica, por lo que el IFPRI hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad del país centroamericano, para seguir fortaleciendo el Pacto Hambre Cero.
La entidad instó a continuar abordando el problema de la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria y nutricional desde una perspectiva integral.
“Un país con altos niveles de pobreza y desnutrición crónica, está automáticamente restringiendo el capital humano que se va a requerir para lograr un crecimiento sostenible.
Sabemos que tasas altas de desnutrición pueden llevar a efectos sensibles como la pérdida de 4 a 5 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), dijo el doctor Máximo Torero, del IFPRI.
Se requiere tener una institucionalidad sólida, de largo plazo, y muy eficiente que permita priorizar las inversiones públicas necesarias y que tenga metas claras que se puedan monitorear y evaluar, agregó.
El Pacto Hambre Cero en Guatemala, cuyo gobierno ha institucionalizado esta iniciativa del presidente Pérez Molina, es coordinado por la vicepresidenta Roxana Baldetti, con la ejecución interinstitucional a cargo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional y el Ministerio de Desarrollo Social, entre otras instituciones.
