La roya del café sigue afectando las economías de las familias en Guatemala. Por ello, el PMA y el Gobierno de Guatemala lanzaron un programa piloto de distribución de efectivo por la creación de activos –siembra de matas de café en terrenos familiares—entre 2 mil mujeres con el fin de ayudarles a paliar el impacto de la crisis. Una de ellas fue Arminda Zapet. Ella y su familia ejemplifican la situación de otras familias guatemaltecas afectadas por la roya.
CIUDAD DE GUATEMALA –Las cuatro cuerdas de café (0.17 hectáreas de terreno) son el patrimonio y activo más valioso de Arminda Zapet y su familia, pero este terreno y fincas colindantes no dieron ninguna cosecha en esta temporada.
Mientras su esposo Wilfrido René sigue en búsqueda de trabajo en las fincas de café cercanas, las oportunidades faltan. Los usuales cuatro días de trabajo semanales se han reducido a dos debido a la plaga de la roya.
Arminda, por su lado, busca trabajo de lavado de ropa con sus vecinos para suplir la reducción de ingresos de su marido, pero no siempre lo encuentra. La situación es difícil para los esposos Zapet y sus cuatro hijos (dos niñas y dos niños), quienes viven en el Caserío Nuevo Valdemar, Municipio de San Pablo del Departamento de San Marcos.
Es la roya del café
Desde el último trimestre de 2012 la plaga de la roya, que afecta la producción de los cafetos, ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria y nutricional de hogares –como los de Arminda—cuyos medios de vida dependen de la producción del café.
El gobierno guatemalteco estima que por lo menos 105 mil hogares necesitan asistencia alimentaria inmediata. Los hogares vulnerables son la suma de los que se dedican a la producción a pequeña escala y al trabajo por jornal en fincas de café.
El nivel de vulnerabilidad de los hogares asistidos y los que están en riesgo aún, es agravado por diferentes factores, entre ellos las consecuencias de las sequías de 2012 y 2013 sobre la producción de granos básicos de subsistencia y una perspectiva climática desfavorable para la época de hambre estacional, que se extiende todos los años entre mayo y octubre.
Proyecto efectivo a cambio de activos
Con el fin de paliar la situación, Arminda recibió una transferencia de 643.85 quetzales (81 dólares) como parte del apoyo que PMA, en coordinación con el gobierno guatemalteco, da a otras 2 mil mujeres de hogares afectados por la roya del café en los departamentos de San Marcos y Huehuetenango. Arminda y las otras 2 mil mujeres participan en el proyecto de transferencia de efectivo para la creación de activos que tiene como condición realizar trabajos de limpieza, poda y siembra de nuevas matas para mejorar su propio terreno de café. Las beneficiarias, que no poseen cultivos propios, han sido capacitadas para la producción de almácigos para la venta.
Una asistencia que comenzó desde 2013
El Programa Mundial de Alimentos comenzó la asistencia a los hogares más vulnerables desde 2013 con una primera fase de distribución de alimentos. En la segunda fase, la distribución de alimentos se condiciona a la creación de activos para restaurar sus medios de vida.
La cobertura de la asistencia suma 16 mil hogares de seis departamentos: Huehuetenango, San Marcos, El Quiché, Alta Verapaz, Baja Verapaz y Sololá. La cobertura se ampliará a 11 mil hogares más gracias a un aporte del Fondo Central de Respuesta a Emergencia (CERF, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la meta es llevar asistencia a 61 mil hogares afectados por la roya y para lograrlo se necesitan 10 millones de dólares en donaciones para cubrir las necesidades de estas familias.
Ellas aprenden qué alimentos comprar con su dinero
Previo a la primera transferencia que recibió Arminda, ella y todas las beneficiarias conocieron los objetivos del proyecto, los criterios de selección y la importancia de invertir el dinero en alimentos.
Arminda y sus vecinas se sienten muy agradecidas por el apoyo que han recibido y entienden bien los objetivos de la asistencia. Con el dinero de la transferencia, Arminda compró maíz, frijol, pollo, verduras, pasta y frutas.
Otras beneficiarias agregaron al listado de compras: leche, arroz, avena, “Incaparina” (una bebida en polvo a base de maíz y soya, fortificada con vitaminas y minerales), entre otros alimentos.
Todas las beneficiarias recibirán en los próximos meses una segunda transferencia por el mismo monto, a condición de que cumplan con el requerimiento planificado de creación de activos.
El monto de transferencia se calcula sobre la base del costo de la canasta de alimentos del PMA en el mercado local.
