Written by Ferdy Montepeque/AGN
Chiquimula, (Guatemala) 2 abr (AGN).- Son 201 kilómetros los que separan la capital de Guatemala de la aldea Suchiquer, situada en el municipio de Jocotán, Chiquimula (oriente); esa lejanía fue quizá la razón de su abandono por varios años, pero hoy la situación es diferente, porque se ha reducido la desnutrición infantil y hay más oportunidades de desarrollo.
Uno de los principales aspectos en los que se ha evidenciado la mejora es que en lo que va de 2014, tan solo se han diagnosticado cuatro niños menores de cinco años con desnutrición aguda; mientras que los 20 casos de infantes con el mismo padecimiento, que se reportaron el año pasado, han sido recuperados en su totalidad, según reportes del Ministerio de Salud Pública.
La comunidad, habitada por unas 4.000 personas de la etnia Ch'ortí, fue visitada hoy por la presidenta en funciones, Roxana Baldetti, quien instó a los servidores públicos para que continúen con su trabajo y se mejoren las condiciones de la comunidad.
En la aldea, 367 mujeres reciben cada tres meses el Bono Seguro, un aporte de 300 quetzales a cambio de llevar a sus hijos a la escuela y al centro de salud, otorgado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
El acceso a Suchiquer resulta dificultoso, porque el camino para llegar al centro es empinado y carece de asfalto; el intenso calor tropical, de unos 38 grados, es otro factor que hace aún más complicado el trayecto; sin embargo, eso no representa obstáculo para atender a las familias.
La economía del sector depende eminentemente de actividades agrícolas como la siembra de maíz, frijol, café, chile pimiento y tomate, lo cual ha motivado a la Fundación Licorera, que desde hace seis años implementa proyectos productivos como la siembra de hortalizas, crianza de pollos y gallinas de engorde, incluso han instalado una panadería en el sector.
Al menos 256 familias reciben incentivos monetarios y en especie por parte de la Fundación, a cambio de su mano de obra; también realizan tejidos de palma, los cuales son comercializados en la capital.
Jocotán era uno de los municipios con prevalencia de desnutrición crónica "muy alta", ya que según registros de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan) el 72,8 por ciento de los niños registra malnutrición; pero las intervenciones del Pacto Hambre Cero han reducido esos números y se buscan nuevos mecanismos para mejorar los resultados.
