• La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) reafirma su compromiso en la lucha contra el hambre y la desnutrición.
• Más de 40.000 personas han tenido acceso a los alimentos en Sahel y unos 100.000 niños y niñas han recibido tratamiento para la malnutrición aguda severa, gracias a la financiación de la AECID.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) reafirma su compromiso en la lucha contra el hambre y la desnutrición, especialmente en los países menos desarrollados y entre las comunidades más vulnerables y desfavorecidas.
La lucha contra el hambre y la pobreza caracteriza de manera especial la aportación de la Cooperación española al cumplimiento de la agenda internacional de desarrollo de los últimos años. De hecho, la seguridad alimentaria seguirá siendo uno de los sectores de mayor relevancia en sus actividades bilaterales y dentro de su importante programa de apoyo a las organizaciones regionales de integración del continente africano. De esta forma, la AECID pretende seguir contribuyendo a la consecución del Objetivo Del Milenio 1 y a la realización efectiva del Derecho Humano a la alimentación.
Además, la Cooperación española ha iniciado un proceso de reflexión orientado a multiplicar los impactos de sus intervenciones en materia de resiliencia, con el objetivo de contribuir de forma eficaz y decidida a reducir los riesgos, a fortalecer la capacidad de grupos más vulnerables y a facilitar la recuperación en caso de desastre sin comprometer las perspectivas de desarrollo a largo plazo.
Crisis alimentaria y seguridad alimentaria
El secretario general de Cooperación Internacional y Desarrollo, Gonzalo Robles, ratificó durante la Semana Ministerial de Naciones Unidas, la prioridad que mantiene España, al más alto nivel, con la seguridad alimentaria y nutricional y aprovechó para recordar, como prueba de este compromiso, la reciente firma de un acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para situar una base logística en Las Palmas de Gran Canaria desde la que poder dar cobertura al Sahel Occidental.
La inseguridad alimentaria y nutricional es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la acción humanitaria. Este año han sido numerosas las crisis alimentarias y nutricionales que han afectado al territorio subsahariano. Solo en Sahel, más de 18 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y 1,1 millones de niños padecen malnutrición aguda severa (SAM).
La respuesta humanitaria a estas crisis va mucho más allá del reparto y entrega de alimentos o del tratamiento de la malnutrición aguda severa. Aunque hay poblaciones, familias o individuos que por su situación de vulnerabilidad han perdido toda capacidad de respuesta a la crisis y se hace necesario la distribución de alimentos o el tratamiento de la SAM. En Sahel más de 40.000 personas se han beneficiado de la entrega de alimentos y unos 100.000 niños y niñas han recibido tratamiento de SAM gracias a la financiación de la AECID.
La AECID ha financiado en el período 2008-2011 acciones en el sector del desarrollo rural y la seguridad alimentaria y nutricional en los países de África Occidental por un importe cercano a los 68 millones de euros, lo que supone aproximadamente el 20% de la ayuda distribuible sectorialmente en la región para ese periodo.
La Oficina de Acción Humanitaria
La acción humanitaria garantiza el acceso inmediato a los alimentos en cantidad y calidad apropiados para subvenir las necesidades básicas. Además, refuerza el mantenimiento de las capacidades de las poblaciones e individuos durante las crisis alimentarias y nutricionales con acciones tales como alimentación y sanidad del ganado, rehabilitación de puntos de agua, entrega de dinero para evitar la descapitalización de las familias vulnerables o formación de personal sanitario para la prevención de la malnutrición. Por ejemplo, este año se ha financiado desde la Oficina de Acción Humanitaria (OAH) y a través de UNICEF el refuerzo de las capacidades de los sistemas de salud en Mali y Chad.
Igualmente desde la OAH se trabaja también en la prevención de crisis alimentarias con acciones tales como el apoyo a planes de contingencia regionales o nacionales por medio de la creación y mantenimiento de reservas de cereales tanto a nivel estatal como local o el pre-posicionamiento de materiales de emergencia y reservas alimentarias en puntos geográficamente cercanos y con comunicaciones eficientes para responder a potenciales emergencias, punto en el que destacan las Plataformas Logísticas Humanitarios de Las Palmas y de Panamá.
Prioridad sectorial de primer orden
El III Plan Director de la Cooperación Española (2009-2012) identifica el Desarrollo Rural y la Lucha contra el Hambre como una prioridad sectorial de primer orden, cuyo objetivo general es “contribuir a hacer efectivo el derecho humano a la alimentación y mejorar las condiciones de vida y de seguridad alimentaria de la población rural y urbana”. Debido a la situación en la que se encuentra el continente africano -y África Occidental en particular- en materia de seguridad alimentaria, la AECID ha trasladado de forma especialmente relevante esta prioridad a los principales documentos estratégicos de nuestra cooperación en la región, desde el Plan África hasta las distintas comisiones mixtas y marcos de asociación bilaterales.
Además, el compromiso de la Cooperación española en la lucha contra la inseguridad alimentaria en África Occidental queda reflejado, a nivel regional, en la Declaración Conjunta España-Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), firmada en Abuya en junio de 2009, en la que España se comprometió a contribuir con 240 millones de euros a la puesta en marcha de la Política Agraria Regional de la CEDEAO, incluyendo la financiación de programas prioritarios regionales y nacionales en sus 15 Estados miembros. Por ello, España ocupa actualmente una posición de liderazgo en el sector y es jefe de filas y coordinadora del resto de socios técnicos y financieros en materia de agricultura, desarrollo rural y seguridad alimentaria y nutricional.